Noticias de China
(recordando las lecciones del
embajador Eugenio Anguiano)
Saúl Escobar Toledo
El Sur 21052025
A partir de ayer, 13 de mayo, en
Beijing, se lleva a cabo la IV Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, una
cumbre en la que participan los principales socios comerciales latinoamericanos
del gigante asiático. A dicho evento asistieron los presidentes de Brasil,
Colombia y Chile, además de 17 cancilleres de los gobiernos de la región.
México estuvo representado por el secretario de Relaciones Exteriores. China le ha dado una singular importancia a
esta reunión para fortalecer su influencia en la región. El presidente XI Jinping
estuvo presente y pronunció un discurso notable.
Casi al mismo tiempo se anunció un
acuerdo provisional entre esa potencia y Estados Unidos en materia comercial,
lo que ha disminuido las turbulencias financieras y comerciales en el mundo.
Esta noticia opacó la reunión con los latinoamericanos y se la ha dado menor difusión.
Sin embargo, hay que destacar que
China ha estado intentando reunir una coalición mundial contra lo que ha
calificado “abusos arancelarios” por parte de Estados Unidos. Sus esfuerzos no
sólo incluyen América Latina y el Caribe (ALC): también se ha dirigido a las
naciones del Sudeste Asiático y Asia Central. Igualmente, mantiene pláticas con
la Unión Europea acerca de los vehículos eléctricos que exporta a esa región.
En el discurso inaugural de la
reunión China-CELAC, el presidente Xi dijo que apoya “firmemente a los países
de la región para seguir el camino de desarrollo acorde con sus realidades
nacionales, defender su soberanía e independencia, y rechazar las injerencias
externas”.
Asimismo, propuso una cooperación económica con “ganancias
compartidas” y señaló que en los últimos años “hemos llevado a cabo más de 200
proyectos en infraestructura y se crearon millones de puestos de trabajo”. Agregó
que China ya tiene firmados Tratados de Libre Comercio con Chile, Perú, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua.
Subrayó que el año pasado el volumen comercial entre su país y la región superó
por primera vez los 500 mil millones de dólares, 40 veces más voluminosa que a comienzo del
siglo presente. Una cifra importante, aunque por ejemplo el comercio entre
Estados Unidos y México (importaciones y exportaciones) fue en 2024 un poco
superior.
No obstante, la relevancia de China
es innegable: es el principal comprador de materias primas de América Latina,
como cobre, mineral de hierro y minerales. Sobresale el caso de Brasil, ya que las
compras de soya han sido cuantiosas: el año pasado se elevaron a 37.000
millones de dólares. Y hay que recordar que en Perú se construyó el puerto de
Chancay para mejorar la conectividad marítima entre China y Sudamérica, el cual se inauguró hace medio año como parte
de una estrategia mundial diseñada por el gobierno de Beijing llamada Franja y
Ruta (Belt and Road Iniative).
Ante las representaciones de ALC, el
presidente Xi no perdió la oportunidad de criticar las políticas del gobierno
de Trump advirtiendo que : “No hay ganadores en las guerras arancelarias y
comerciales, y practicar conductas intimidatorias y prepotentes no sirve sino
para aislarse a sí mismo”.
Finalmente, propuso cinco programas
para “planificar juntos el desarrollo”. Entre lo más destacado, se comprometió a profundizar la cooperación
en áreas tradicionales como infraestructura; agricultura y alimentos; y energía
y minería; pero también a “ensanchar la cooperación en terrenos emergentes como
energías limpias, comunicaciones 5G, economía digital e inteligencia artificial”.
Y aseguró que “para apoyar el desarrollo de los países de la región, su
administración proporcionará una línea de crédito valorada en 66 mil millones
de yuanes RMB a ALC” (poco más de 9 mil millones de dólares estadounidenses).
Igualmente, se comprometió a fortalecer los lazos
culturales y en concreto, “reforzar los intercambios y las cooperaciones en
ámbitos relacionados con el patrimonio cultural, tales como la excavación
arqueológica, la protección y restauración de monumentos, y combatir el tráfico
ilegal de bienes culturales”.
Xi apoyó subrayó que China está
dispuesta a trabajar con ALC para fortalecer “la cooperación en las áreas de
gestión de desastres, ciberseguridad, y lucha contra terrorismo, corrupción, droga
y crimen organizado transnacional, con el objetivo de contribuir a la defensa
de la seguridad y la estabilidad regionales”.
Otro anuncio destacado consistió en
que “China ha decidido aplicar la política de exención de visas para cinco
países de ALC como un primer paso para incluir posteriormente a otras naciones
de la región”.
Los gobiernos latinoamericanos, sobre
todo los de América del Sur y el Caribe (con algunas excepciones) acudieron a Beijing con el propósito de
reducir su dependencia de Washington y entablar un comercio más diversificado y,
asimismo, con la esperanza de que se pacte una relación más equilibrada. Existe
la preocupación, particularmente de Brasil, de que los exportadores chinos excluidos del
mercado estadounidense inunden su país con productos baratos, desplazando a los
fabricantes locales.
Por su parte, México, la segunda
mayor economía latinoamericana después de Brasil, ha adoptado hasta ahora un
enfoque más cauteloso. Sin embargo,
“México representa actualmente alrededor del 2,4% de las exportaciones
totales de China, incluso por delante de Brasil, que tiene una población mayor
y absorbe sólo el 1,7%, por lo que se ha convertido en el mercado de
exportación más importante de en América Latina” (según el NYT, con datos del
profesor mexicano Enrique Dussel).
Dada la influencia económica cada vez
mayor del gigante asiático, vale la pena
citar los resultados de una encuesta elaborada por la Universidad limeña de San
Martín de Porres, el Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos de
China y la Universidad de Santiago de Chile.
La encuesta abarcó diez países:
Brasil, México, Argentina, Chile, Perú, Honduras, Panamá, Nicaragua, El
Salvador y la República Dominicana. Los resultados mostraron que el 94,8% de
las personas encuestadas consideran que China es una nación próspera y
reconocen que tiene un gran poder económico. De la misma manera, el 82,9% cree que su modelo de desarrollo es
relevante para América Latina y un porcentaje similar reconoce su influencia
cultural. Los jóvenes fueron los más entusiastas: el 92,2% de las personas
entre 25 y 34 años tienen una opinión favorable de esa potencia asiática. Finalmente, las personas opinaron que la influencia
de China en ALC se ha concentrado en tres áreas: la innovación tecnológica, el desarrollo de
infraestructuras y la economía digital.
En resumen, la reunión ministerial en
Beijing adquiere en estos momentos una gran importancia frente a los chantajes
estadounidenses y la reconfiguración de la economía y el poder mundial.
Mientras Sudamérica y el Caribe están dispuestas a acercarse a China, en
términos comerciales y políticos, aunque con ciertas prevenciones, México ha
mostrado una conducta un tanto ambigua. El asunto no es sencillo: por un lado,
representa un mercado atractivo para la venta de productos chinos. Sin embargo,
el gobierno mexicano ha tratado de frenar ese comercio para complacer a Trump y
para intentar sustituir algunas importaciones según el Plan México. Además, sus
exportaciones a ese país están condicionadas por su integración con Estados
Unidos. En estas condiciones, mayores inversiones chinas en infraestructura o
proyectos de gran envergadura como el puerto peruano parecen imposibles de
aceptar ya que llevaría a un grave enfrentamiento con su vecino del norte. No
se olvide además que las grandes compañías exportadoras de manufacturas que se
producen en México son estadounidenses.
Así las cosas, de acuerdo con los
planes de nuestro gobierno, México tendrá que navegar en la naciente
configuración del comercio mundial más cerca de Estados Unidos. Al mismo
tiempo, no podrá descartar las oportunidades que ofrece la potencia asiática
sobre todo porque la renegociación del TMEC anunciada ya para iniciarse este
año puede traer mayores obstáculos a nuestro desarrollo. Por lo pronto, China
está jugando un papel cada vez más decisivo en América Latina como lo demuestra
la reunión en Beijing.
saulescobar.blogspot.com
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