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jueves, 30 de octubre de 2014

La verdad y la memoria: una reflexión sobre la tragedia de Iguala

La verdad y la memoria

Saúl Escobar Toledo


La represión a los estudiante normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, la noche del 26 de septiembre, ha puesto al país frente a un espejo que refleja una imagen aterradora. La figura que surge de ese espejo muestra a una Nación desgarrada por la violencia. Si a estos hechos sumamos los de Tlatlaya, queda claro que el respeto a los  derechos humanos se han vuelto una ficción. Las instituciones del estado son incapaces de garantizar la vida y la integridad de las personas. Aún más, algunas de ellas han sido las principales promotoras de esas violaciones. México está transitando de un estado fallido, inexistente, simulado, a un estado controlado cada vez más por  terroristas que se han dado a la tarea de aniquilar ciudadanos indefensos. Para la comunidad nacional e internacional  ni siquiera quedan claros los motivos de esa barbarie. 
La represión contra los normalistas de Guerrero puede ser equiparada a la de Tlatelolco en 1968 o más todavía, a la del 10 de junio de 1971.  Como en otros momentos de nuestra historia reciente, cuando se conocen matanzas y represiones masivas, necesitamos conocer la verdad histórica y preservar la memoria de estos hechos tan dolorosos.
José Revueltas decía hace más de 46 años,  refiriéndose a la represión de la Plaza de las Tres Culturas:
“La bárbara matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 es una herida que permanece abierta y sangrante en la conciencia de México… sólo la justicia histórica puede cerrar esta herida…Pero ni la justicia histórica ni nada ni nadie podrá borrar este recuerdo; será siempre una acta de acusación y una condena… “

Aunque la situación y el contexto histórico son muy diferentes, hoy también necesitamos conocer la verdad para que haya justicia. Pero aún si se llegara a conocerla plenamente y se castigara a todos los culpables de estos hechos, la memoria deberá permanecer siempre entre nosotros y en las generaciones que nos sigan. Porque sólo así: sabiendo qué pasó, quién lo hizo y por qué, podremos reconstruir al país sobre otras bases y detener los crímenes de todos los días.

Esa verdad histórica tendrá que rebasar el conocimiento de los personajes directamente involucrados, los autores materiales, y también los autores intelectuales directos: los asesinos que decidieron mandar a sus sicarios para matar y secuestrar a los estudiantes. Tendrá que ir más al fondo, al origen de todo esto. Y en esa búsqueda tendremos que saber y explicarnos cómo fue que las instituciones del Estado se convirtieron primero en organismos incapaces de gobernar a la nación en paz y se fueron convirtiendo en instrumentos de las mafias de delincuentes que hoy gobiernan, en los hechos, amplias zonas del territorio nacional.

Importa saber no sólo el nombre de las personas sino sobre todo las instituciones involucradas. Hoy, todas ellas son sospechosas. Porque no sabemos cuántos presidentes municipales, regidores o síndicos son actores pasivos que ven pasar los cadáveres frente a sus oficinas. O cuántos y quiénes de ellos son parte del grupo de asesinos que controla su municipio. Porque hoy no tenemos certeza de la conducta que guía a muchos gobernadores de las entidades en las que el crimen organizado domina casi totalmente.  Porque hoy podemos sospechar del involucramiento de jueces, generales del ejército, oficiales de policía, procuradores, diputados, senadores y responsables del gobierno federal. Y también de dirigentes de partidos políticos.

La imagen que nos proyecta Iguala está colmada de 46 jóvenes normalistas. El dolor y la vergüenza corresponden a esa cifra terrible.  Pero también la imagen refleja la magnitud del deterioro de nuestras instituciones. ¿Qué democracia es ésta? ¿A quiénes elegimos? Y ¿para qué?

El país y la comunidad internacional necesitan saber, para que se haga justicia pero también para que podamos detener la matanza. Y para conocer la verdad es imprescindible ir más allá de Iguala y poner en el banquillo, en un profundo y severo examen, a todas las instituciones en los tres niveles de gobierno. No bastará conocer el nombre de las personas involucradas. Resulta necesario conocer porqué fallaron las instituciones.

Desde hace años en México la distancia entre la ley y la realidad se ha ido ensanchando cada vez más. Junto a ello, también la brecha entre lo que se supone deben hacer los gobiernos y lo que realmente sucede en la vida cotidiana del país. Este divorcio fue promovido en muchos casos, deliberadamente; en otros por dolo, inercia y falta de responsabilidad. Al final, sin embargo, la simulación se convirtió, en muchos casos,  una forma de gobierno.

Si bien en México la distancia entre el discurso, la ley  y la realidad fue una característica del viejo estado revolucionario del siglo XX, ahora el fenómeno es  tanto o más grave porque ya ni los mismos que gobiernan saben a ciencia cierta dónde termina la ficción y empieza la verdad. Ni los más altos representantes del gobierno tienen certeza de la integridad de sus colaboradores, subordinados o jefes. Todos pueden ser sicarios de algún grupo o son delincuentes en potencia.

Para salir de esta situación no hay otro camino  que conocer la verdad, saber lo más posible del estado que guardan las instituciones. Y para averiguar esa verdad, alguien tiene que averiguarla. Puede ser una comisión de ciudadanos intachables o un pacto entre gobernantes y sociedad, pero sea cual sea la forma, el resultado tendrá que ser una amplia y profunda depuración[1] del Estado mexicano. Eso debe llevar no sólo a la cárcel para los que roban,  matan y hoy gobiernan; no sólo separación inmediata de sus cargos para quienes han actuado con irresponsabilidad e ineficiencia. De conducir  también a  rehacer las instituciones. A volverlas a construir. En algunos casos, quizás, a empezar de cero.

El PRD, al igual que muchas de las instituciones del Estado, también se corrompió[2]. En este caso, su degradación empezó cuando se decidió que era más importante ganar una elección que construir un partido desde abajo. Así, se seleccionaron  como candidatos a personajes de dudosa o sabida calidad moral, a verdaderos pillos que, sin embargo, tenían el dinero y el poder necesarios para ganar una elección. Después, se establecieron  alianzas electorales  con otros partidos, sin importar la orientación política de esas coaliciones,  para impulsar a personajes de dudosa calidad política progresista o cercana a los postulados de la izquierda. Se terminó por hacer de las encuestas el parámetro de la calidad  moral y de la conducta política de los candidatos. Si las encuestas son un instrumento válido para muchas cosas, la verdad es que  se convirtieron en el único y mejor indicador de las decisiones del partido. Si ganarle al PRI es un objetivo legítimo y necesario para hacer avanzar en el camino de la democracia, este argumento se utilizó para apoyar a candidatos oportunistas que resultaron iguales o peores que sus adversarios promovidos por el PRI.

Pero el pragmatismo electoral no fue la única razón de los desaciertos. La otra fue el descuido para evaluar a los gobiernos que triunfaron bajo las silgas del PRD. El partido no se esforzó por promover una forma de gobierno distinta, alternativa, diferente. Bastaba ganar y lo demás vendría por sí solo. Y lo que resultó fue, en varios casos, gobiernos que se comportaron como los otros, que simulaban servir a sus ciudadanos. Pero muchos de esos gobiernos, en realidad, se reciclaron en la dinámica general de deterioro del Estado mexicano. Aún en los casos de gobiernos ejemplares, éstos no fueron aprovechados para corregir los vicios de otras experiencias negativas, ni para estimular el bueno gobierno, la honestidad y la transparencia.

Pero lo peor fue convertir al partido en una red de intereses. Todo se conectó y adquirió una dinámica enfermiza. Los grupos internos promovieron candidatos corrompidos, atrabiliarios o caciquiles a cambio de recursos y votos en las elecciones internas. Los gobiernos electos se convirtieron en fuentes de apoyo para los grupos y éstos a cambio de ello, solapaban y se beneficiaban de la corrupción gubernamental. Las dirigencias partidarias se convirtieron en cabezas de grupos de intereses que se apoderaban de las estructuras del partido gracias al poder, el  dinero y la  complicidad de grupos de poder que actuaban en el PRI, el PAN, la delincuencia organizada o en todos estos ámbitos al mismo tiempo.

El partido fue secuestrado poco a poco por estos grupos de interés internos  y a través de ellos, por mafias que,  en el mejor de los casos,  eran completamente  ajenos a la izquierda y a cualquier inspiración progresista, y en el peor… en el peor, como el de Iguala, a delincuentes que  dirigían a pandillas de asesinos.  

Este secuestro sin embargo, no fue, como en el conjunto del Estado mexicano, ni general ni uniforme. No todos tienen ni han tenido la misma responsabilidad. El problema sin embargo, como se señaló antes, más allá  de los personajes,  está la institución, el funcionamiento colectivo, la maquinaria que nos ha llevado hasta donde hoy estamos.

Porque Iguala y Ayotzinapa reflejan a un partido cooptado por la delincuencia. En el caso del  PRD, también hay que preguntarnos: ¿cuántos delincuentes se promovieron como candidatos a un puesto de elección popular? ¿Cuántos están activos hoy, en este momento, planeando el siguiente ilícito?

No lo sabemos pero deberíamos saberlo exactamente. Porque si bien no se puede adivinar el comportamiento futuro de un candidato,  si  resulta necesario  conocer su  trayectoria y tener mecanismos elementales de evaluación de su desempeño.

El partido no lo hizo  no sólo porque no sabe cómo hacerlo puesto que nunca se lo ha  propuesto. No lo hace  porque eso significa alterar la red de intereses que gobierna a este organismo político.

Saber la verdad del partido también es indispensable. Por  ahí es donde se tiene que empezar. Es necesario conocer a fondo la situación del partido para acabar con la red de complicidades y hacer justicia empezando por casa. Y a partir de ahí volver a reconstruirlo.

Porque la vinculación del PRD con el ex Alcalde de Iguala y con los terribles hechos que ahí ocurrieron no deben ser vistos como un accidente o una excepción. Su candidatura, su desempeño en la Presidencia Municipal, el conocimiento de sus ligas con el crimen organizado, sus crímenes contra otros perredistas, y la impunidad de la que disfrutó, no fueron un accidente: fueron parte de la red de intereses que se impusieron en el partido.

El espejo de Iguala en el que se refleja el PRD tampoco puede servir para echarle la tierra del olvido o de la confusión que se quiere crear según  la cual todos tuvieron algo que ver para  que  así nadie resulta responsable. Ello no sucederá  por más que algunos dirigentes del partido quieran. El vínculo entre el PRD y la terrible desgracia de Iguala quedará ahí sin que nadie, como dijo Revueltas, “pueda borrar este recuerdo… será siempre  una acusación y una condena”.

Por eso el PRD tiene que reconstruirse. Se ha cerrado el ciclo que comenzó hace 25 años y hay que volver a empezar.  Para dar paso a la verdad y para que la memoria de Iguala se grabe, se preserve y no olvidemos hasta dónde puede llegar la corrupción, la ambición política y la complicidad con los personajes más siniestros de nuestra tragedia nacional. Todos  los que somos o fuimos del PRD tenemos que ser los principales interesados en las dos cosas: conocer la verdad y perpetuar la memoria.


Para lograrlo, como en el caso del Estado mexicano, puede haber un grupo ciudadano o un acuerdo entre dirigentes del partido y representantes de la sociedad que puedan conducir este proceso. Pero con una condición: toda la dirigencia actual del partido tendrá que dejar sus cargos, renunciar, para dar paso a una renovación total bajo nuevas bases que impidan que el poder del dinero y el dinero del poder se impongan otra vez en el partido.


La reconstrucción del Estado, en general,  y la reconstrucción del partido, específicamente, requieren una profunda revisión de sus estructuras y de quienes hoy las encabezan. Se dirá que los que hoy gobiernan tanto al Estado como al partido nunca estarán dispuestos a  hacerlo. Eso, sin embargo, ya no depende sólo de ellos. La violencia de los sicarios está tocando cada vez más a sus propias puertas. Deben saber que si no se  detiene, pueden ser los próximos. Y la sociedad puede estar dominada  por el terror, pero no toda ni todo el tiempo. Quien sabe cómo sucederá esta reconstrucción, quien dará el primer paso: si algunos de los que hoy están al frente de estas instituciones, o la sociedad, que se impondrá por encima de ellos. Lo mejor sería que fueran las dos partes. Ello le ahorraría mucho sufrimiento a la Nación.


28 de octubre de 2014



[1] En el sentido de “someter a un funcionario a expediente para sancionar su conducta política” según la RAE.
[2] El autor de estas líneas fue fundador del PRD y miembro de su dirección nacional durante varios años, hasta  la última elección interna. Asumo por lo tanto lo que aquí  se afirma en esas calidad y me hago cargo de la responsabilidad que ello implica. 

lunes, 27 de enero de 2014

José Emilio, mi compañero de trabajo

JEP 1939 -2014
Compañero de trabajo

José Emilio Pacheco fue mi compañero de trabajo hasta el domingo. Trabajaba, hasta entonces, en la Dirección de Estudios Históricos del INAH, como yo, desde hace varios años (con algunas interrupciones en ambos casos). Aunque en el caso de José Emilio, ser compañeros de trabajo no se reflejara exactamente en esa imagen común de llegar por la mañana y verlo en su cubículo leyendo un libro, escribiendo en la computadora o platicando con los demás profesores, JEP era un verdadero compañero de trabajo o aún más, un amigo del trabajo que, cuando lo veías, te saludaba con amabilidad, afecto y te preguntaba cosas de tu vida académica: “supe que publicaste esto y aquello… o que diste una conferencia, o que estás trabajando en el tema x o z”. Y lo decía para animarte o para dar a entender que seguía tu trabajo con interés. 

En los últimos años los encuentros se hicieron más esporádicos entre otras cosas por su dificultad cada vez mayor de trasladarse fuera de su casa. Pero aceptaba, de vez en cuando, salir a comer con varios amigos o “compañeros de trabajo”. La última vez fue el año pasado por ahí por el mes de agosto. Como otras veces, José Emilio comió bien, bebió alcohol aunque moderadamente, se fumó un cigarro, se quejó de algunas dolencias, y comentó algunos buenos chismes. Hablaba poco de sí mismo pero recordó con exactitud las veces que, en el mercado “legal” se había editado “Las batallas…” y comentó que sabía que las ediciones piratas eran quizás más numerosas, cosa que hizo sin quejarse o repudiar ese mercado informal.

Hace ya más de dos décadas, cuando la DEH todavía estaba en el anexo al Castillo de Chapultepec, José Emilio impartió un curso de redacción para sus compañeros de trabajo. A mí me tocó estar en la segunda temporada. Y, claro, fueron sesiones memorables. Nos ponía a escribir sugiriéndonos un tema cualquiera y entre todos discutíamos si debía o no redactarse de esa manera, o si podíamos usar otra palabra. Por supuesto, con una sensibilidad enorme, nos hacía notar los errores más frecuentes o más obvios entre escritores tan nóveles como los que tenía enfrente. Recuerdo que trasmitía la sensación de que todos sus alumnos podríamos escribir muy bien si escuchábamos con cuidado y varias veces lo que escribíamos. También decía que un texto nunca estaba terminado y que aunque estuviera publicado debería seguirse revisando. Desde luego, advertía que él sólo hacía sugerencias para decir de otra manera las cosas, pero que podía no tener razón. 

Me acuerdo también que nos advertía que aprender a escribir era evitar caer en dos extremos: ensuciar el lenguaje con palabras que no se oyen bien o que pretenden suplantar otras que suenan correctamente. Criticaba mucho la tendencia a convertir en verbos los sustantivos o inventar nuevos: ejemplos, “publicitar” u “ofertar” (en lugar de ofrecer). Pero también rechazaba un cierto afán de hablar o escribir perfecto, sin considerar lo que el lenguaje ya había adoptado como de uso común. Por ejemplo, decía, lo indicado, si se quiere ser purista, es pedir “un vaso con agua” no “un vaso de agua” pero hablar o escribir con esa precisión se escucharía pedante y forzado. 

En todo caso el chiste era que se escuchara (o se leyera) bien y se comprendiera mejor. 

Recuerdo también que nos comentó en algunas de esas sesiones que una novela se podía conocer desde la primera frase. Si esa frase era buena, era probable que toda la novela lo fuera. Pero si toda la primera página era buena, seguramente sería una novela excelente, genial. Habría, desde luego excepciones, pero nos recomendaba fijarnos bien en esa primera frase, en ese primer renglón.

Por esa razón en varias ocasiones que nos vimos después, yo le preguntaba un poco como reto y otro poco por el interés de recibir una lección, si recordaba la primera frase de distintas novelas famosas. Su memoria era increíble y nunca falló: recordaba perfectamente las primeras palabras de muchas obras literarias famosas, en español o en otros idiomas. 

En cierto sentido, la modestia de José Emilio era aunque sincera, a veces excesiva. No sólo porque, como he dicho, siempre advertía que su opinión podía estar equivocada en cosas en que él era un auténtico genio y su autoridad intelectual estaba fuera de duda. También porque hablaba muy poco de sí mismo, de su obra y mucho menos de sus premios. Pero sobre todo porque a menudo advertía de la temporalidad tan breve de las cosas, de las ideas, de las personas. Hablando con sus amigos o sus compañeros se comportaba, como dije, como uno más, a pesar de que todos en ese momento lo escucharan con enorme admiración. Pero, de vez en vez, en algún comentario o en alguna reflexión suelta, uno podía escuchar un dejo de sus poemas, una sensación de fatalidad, de desolación y de tristeza combinado con una fina ironía que nos recordaba, con un cierto pesimismo, que la vida, la historia, la realidad que estaba ahí afuera, era más terrible de lo que creíamos y de que todo era indeciblemente fugaz. 

Su modestia era en cierto sentido el reconocimiento de que su obra, su vida y desde luego la nuestra, la de todos, era muy poco frente a ese transcurrir de la vida que nos abruma.

Pero José Emilio nunca fue un conformista frente a esa fatalidad que intuía. Siempre crítico del poder, inconforme y, digo yo sin dudarlo, de ideas políticas progresistas, JEP habló cuando sintió que tenía que hacerlo y nunca avaló o protegió actos vergonzosos del poder. En eso también fue irreprochable.

Más bien, quizás, JEP pensaba que su pesimismo era una buena manera de esperar lo peor y saludar con alegría las buenas noticias que no se tenían previstas. 

Quizá para él, esa manera de pensar funcionó hasta el último momento, pues su hija Laura Emilia, y Cristina, su compañera de siempre, confirmaron que JEP “se fue muy tranquilo, se fue en paz”. Quizás desde hace tiempo esperaba lo peor y eso le ayudo a morir sin sobresaltos.

Pero a nosotros, sus lectores, lo conociéramos personalmente o no, la situación fue completamente distinta. A todos nos agarró por sorpresa y el dolor fue más intenso. Habrá que seguir leyendo entonces a José Emilio para aprender de él a vivir y a saber morir… 

(Notas: SET) 
Enero 27, 2014


viernes, 24 de enero de 2014

Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2014 un balance preliminar

Este trabajo colectivo es un análisis de los ingresos y egresos del gobierno planeados para 2014 según lo aprobado por el Congreso. Originalmente fue una presentación en Power Point pero aquí sólo se transcriben los textos y no los cuadros estadísticos. Aunque puede parecer un análisis sólo para economistas, las reflexiones finales pueden ser más comprensibles e interesantes para un lector no tan especializado.

Es una primera reflexión sobre lo que nos puede esperar para 2014, en materia económica


LA LEY DE INGRESOS Y EL PRESUPUESTO DE EGRESOS DE 2014.
UN PRIMER ANÁLISIS DE SUS MONTOS Y COMPOSICIÓN
Saúl Escobar Toledo
Juan Carlos Moreno-Brid
Luis Ángel Monroy Gómez Franco
NUEVO CURSO DE DESARROLLO UNAM
17 DE ENERO DE 2014

INGESOS en LIF –PEF 2014
Según la LIF, los ingresos totales del Gobierno aumentarán sensiblemente, de 9% a 11% real. Los ingresos presupuestarios aumentarán menos, entre 2% y 4%, cuando mucho igual al alza anual esperada del PIB real ese año
Nota: Estos datos no toman en cuenta las modificaciones a la reforma fiscal aparecidas en el Decreto Presidencial publicado a fines de diciembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación

ES IMPORTANTE EL AUMENTO DE LOS INGRESOS EN 2014 QUE PROYECTA LA LIF
•El aumento real esperado de los ingresos en 2014 se compara favorablemente con su caída en 2013 de 1.2% en términos reales. Esta caída se debió a la baja de los ingresos petroleros así como y de los no tributarios

Comentarios sobre ingresos en la LIF 2014
•El alza de ingresos esperada para 2014 descansará más en el aumento de deuda. Esta aportará 14.5% del total de ingresos frente al 9.1% en 2013. Su aumento equivale a 1.5% del PIB.
•Composición de la nueva deuda aprobada por el Congreso:
$570 mmp de endeudamiento neto interno,
US $10 mil millones de endeudamiento neto externo (equivalente a 129 mmp)

Déficit y Deuda en LIF 2014
•Según “Criterios 2014” los RFSP aumentarán de 2.9% del PIB en 2013 al 4.1% en 2014. Programan su descenso a 3.6% en 2015 y 2.5% en 2018. Reconocen que el porcentaje de 2014 sería el más alto desde 2007
•El déficit público en 2104 equivaldría a 3.5% del PIB, 1.1 puntos más que en 2013
•Deuda pública en 2014 equivale a 40.6% PIB, según datos estimados de Excélsior, (7 de enero 2014)

Variación de ingresos presupuestarios en 2014, según LIF
•Según “Criterios…”, en 2014 los ingresos presupuestarios serán 21.7% del PIB, similar al 21.6% estimado de 2013, aunque por debajo del 22.1% aprobado de 2013 y del 22.7% registrado de 2012. La variación de 2014 respecto a 2013 se explicará por caída en los petroleros (-0.2 puntos) y alza de los no petroleros (0.3 puntos).

Los ingresos petroleros en el PEF 2014
•Entre 2004 y el cierre de 2013 la producción nacional de petróleo crudo se redujo en más de 25%. La extracción pasó de 3.383 millones de barriles diarios en promedio, en 2004 a 2.523 millones en 2013; la cifra más baja en el periodo
Cifras preliminares de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. (10 de enero de 2014)

Para 2014 el gobierno proyecta una plataforma de extracción de 2.65 millones de barriles diarios y de exportación de 1.31 millones de barriles diarios

En los ingresos tributarios para 2014 el aumento mayor -en porcentaje y en valor- se dará en IEPS, que aportará 52.4 mmp del alza total de 96.1 mmp.

En relación al PIB, los impuestos aumentarán poco más de 2 décimas de punto porcentual

Dos comentarios generales sobre LIF 2014
•La reforma fiscal aprobada es muy limitada en cuanto al aumento de ingreso presupuestario. Ello sin contar que el decreto presidencial de diciembre de 2013 redujo más los ingresos. La dependencia petrolera no se reduce significativamente.
•Se evidencia la necesidad de otra reforma, pronto, desde luego antes de que termine el sexenio.


El Gasto en el PEF 2014
•El gasto neto total aumentará, en términos reales, en casi 10% según el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados. El gasto programable aumentará también en 10% respecto al previsto de cierre de 2013 (y en 11% real respecto al dato de la LIF 2013). El no programable crecerá 4.7% real en 2014 .

PEF 2014
•Para 2014 se piensa dedicar poco menos de una cuarta parte del gasto programable a la inversión, para ser exactos:
Gasto Total Programable: 100%
Gasto corriente = 76.8%
Gasto de inversión = 23.2%


La inversión física programable aumentaría casi 14% real (tasa mas de tres veces mayor a la de 2013). Tal aumento equivale a 0.35% del PIB. Con ello se ubicará en 4.1% del PIB


PEF 2014
•La Cámara de Diputados hizo los siguientes cambios menores al monto del presupuesto presentado por el Ejecutivo:
–Redujo en 12.8 mmp, (-0.3%) de los ingresos totales
–Aumentó en 6.2 mmp (0.16%) el gasto programable
–Recortó 19.5 mmp (-2%) el gasto no programable

La CD redujo en 1% los recursos destinado a entidades federativas y municipios. La reducción fue mayor en la parte de gasto no programable.

PEF 2014
• En lo que toca a los ramos generales, el aumento más importante en 2014, respecto a 2013, se dará en previsiones salariales (54%) y en menor medida, en las aportaciones a la seguridad social (14.5%). En cuanto a las reducciones, destaca la caída de recursos destinados a los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca.
•El caso del seguro social se debe probablemente al proyecto de Seguro de Desempleo.

PEF 2014
•En el rubro de Entidades sujetas a control presupuestal, aumentará el gasto en el ISSTE, CFE y PEMEX. En estas últimas entidades será más notable un aumento en el gasto NO programable
• Este aumento era mayor en la propuesta del Ejecutivo pero se recortó en la CD

PEF 2014
•En el Gasto no programable el aumento más importante se dará en CFE y PEMEX.
•El ramo 24, deuda pública, aumenta en 5.3% en términos reales.
•El ramo 28 destinado a entidades y municipios aumentará en 4%

Conclusiones. Ingresos del Gobierno
Ingresos totales aumentarán sensiblemente en 2014 (9 – 11% real), frente a una caída en 2013. Llegarán este año a 25.4% del PIB.
Los presupuestarios crecerán entre 2 y 4% (apenas igual al PIB).Llegarán a 21.7% del PIB, proporción similar a 2013, aunque menor a la de 2012
El financiamiento por deuda subirá 76% y aportará el 14% del ingreso total, un monto equivalente a 3.7% del PIB. La tercera parte de este nuevo endeudamiento será en pesos, el resto en dólares.

Conclusiones. Ingresos del Gobierno
No se despetrolizan mayormente. Su aporte pasa de 33.8% en 2103 a 32.7% en 2014, gracias más bien a una baja en la plataforma de exportación
Los ingresos tributarios suben casi 6% real y llegan a 10.1% del PIB, frente a 9.9% del PIB en 2013. Tal alza lleva a dar el mayor aporte al aumento de los ingresos no petroleros. Estos pasaran de 14.3% del PIB en 2013 a 14.6% en 2014. El mayor aumento entre los tributarios vendrá del IEPS

Conclusiones. Déficit y RFSP
•Requisitos finanieros del sector público
–De 2.9 % del PIB en 2013, suben a 4.1% en 2014. Se proyecta su descenso a 3.6% en 2015 hasta 2.5% en 2018.
•Déficit público en 2014 equivaldría a 3.5% del PIB, 1.1 puntos más que en 2013.
•Deuda pública en 2014 llegará a 40.6% PIB, porcentaje que se ve muy manejable.

Conclusiones. Gastos
El aumento del gasto total en 2014 es de 9.6%. El programable -su componente mayor- sube entre 10% y 11%. La otra en 4.7%.
Dependiendo de su orientación, puede ayudar al repunte de la economía en 2014. Queda en el aire si su trayectoria posterior servirá a impulsar un crecimiento económico significativamente superior al de los últimos años.
El aumento del gasto se dedicará al gasto corriente (3/4 partes) y al gasto de inversión (1/4). La inversión física subirá 14% real, tasa tres veces mayor a la registrada en 2013.

Conclusiones. Gastos
•En 2014, con escasas excepciones las participaciones administrativas se mantienen muy similares a las de 2013.
–Crecen CyT (en 1.7% puntos), Gobernación, Medio ambiente y CONACYT, en solo 0.1% punto).
–Caen Defensa Nacional, Agricultura, Economía, Educación, Salud, y la PGR. favorecidas son.
–En casi todas las ramas sube la proporción destinada a inversión. Las excepciones son agricultura, Educación Pública, Salud, Desarrollo Social, Turismo y Conacyt. No hay pauta sistemática en la evolución de inversión en bienes inmuebles o en obra pública

En síntesis en cuanto al gasto
•Por ramos generales, el aumento mayor del gasto en 2014 se dará en previsiones salariales (54%) y en menor medida, en aportaciones a la seguridad social (14.5%).
•En las reducciones destaca la caída de recursos para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca (ya era bajo).

Comentarios finales
•Se saluda que se libere la restricción presupuestal de la Ley de Responsabilidad Hacendaria. Aumentar el déficit en la proporción del PIB fijada (menos de 2%) ayuda al crecimiento en 2014 sin sobrecalentar la economía dada su baja de expansión en 2013. Apoyarse más en financiamiento externo es sensato dado su menor costo actual.
•El alza a los impuestos es insuficiente, la despetrolización escasa y puede ser aun menor de depreciarse el peso más allá del 12.8 proyectado, por ejemplo si se revierten los flujos de capitales por el cambio en la política monetaria de EUA

Sigue…
•No parece haber gran presión inflacionaria por la reforma fiscal dado que el IVA a alimentos y medicinas no pasó, y el alza en los demás impuestos al consumo difícilmente incidirá en un alza persistente en la inflación.
•El alza del gasto, en especial en inversión pública, es bienvenida. Falta ver su composición y efectividad, y si mantiene su tendencia al alza después,  si no hay otra reforma fiscal que eleve los ingresos no petroleros.

Sigue…
•El gobierno parece esperar que la reforma energética traerá gran inversión privada e impulsará el crecimiento económico. Ello no se dará en el corto plazo y está por verse para el largo plazo. Aun si se da el boom en energía, no comenzaría a tener efecto en el resto de la economía hasta dentro de un par de años y sus derramas o arrastres al resto de la economía son en principio cuestionables

sigue…
•La escasa modificación de la composición del gasto público no favorece el cambio estructural profundo que requiere la economía mexicana.
•El crecimiento del PIB en 2014 será mayor que en 2013. La cifra esperada por el gobierno puede darse o no, pero dista de verse como se logrará un crecimiento alto (5% o más) de largo plazo. En 2015 es difícil que se repita el aumento de deuda y, sin una reforma, tampoco el de impuestos. Por ello, hay gran riesgo de que el alza de inversión pública no se sostenga después.

•Dada la visión ortodoxa que prevalece es difícil que la deuda pública aumente en 2015 como en 2014.
•Queda por ver que proyectos de inversión pública se harán en 2014, su monto, ejecución eficiente e impacto en el desarrollo nacional.
•La identificación de barreras clave al crecimiento de largo plazo que hace esta administración coincide escasamente con la que creemos correcta
•Para después de 2014 un gran reto es como se compensará la caída de ingresos petroleros en los ingresos fiscales. Esto representará un enorme riesgo a las finanzas públicas a menos que se aplique una reforma fiscal profunda

Sigue…
•El crecimiento en el 2014 depende del impulso del sector externo –pues no parece haber medidas significativas redistributivas- de la estabilidad financiera internacional, de la reanimación de la intermediación bancaria nacional, y de que la inflación no se salga de control. Será necesario que el gasto corriente y sobre todo la inversión pública se ejecute oportuna y eficientemente. ¿Cómo responderá la inversión privada? es una interrogante hoy por hoy abierta.

Y cierra
•No se ven nuevos motores al crecimiento de 2015 en adelante. Apostar por el petróleo, ahora con creciente injerencia de transnacionales , es una apuesta fiscal y económica muy arriesgada y depende de variables difíciles de controlar como el mercado de petróleo y los flujos de inversiones extranjeras. Gran incógnita es cual será la capacidad del Estado para apropiar la renta petrolera y usarla en el bien del desarrollo del país.
•Las restricciones centrales al crecimiento de largo plazo de la economía mexicana siguen imperando con fuerza.



LA LEY DE INGRESOS Y EL PRESUPUESTO DE EGRESOS DE 2014.
UN PRIMER ANÁLISIS DE SUS MONTOS Y COMPOSICIÓN
Saúl Escobar Toledo
Juan Carlos Moreno-Brid
Luis Ángel Monroy Gómez Franco
NUEVO CURSO DE DESARROLLO UNAM 17 DE ENERO DE 2014